¿Tu bebé empieza a mostrar interés por la comida? ¿Te preguntas cuándo empezar la alimentación complementaria o con qué alimentos comenzar? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para iniciar esta etapa con seguridad, tranquilidad y acompañamiento profesional.
¿Qué es la alimentación complementaria?
La alimentación complementaria es el proceso mediante el cual se introducen alimentos sólidos o semisólidos en la dieta del bebé, complementando la leche materna o de fórmula, que sigue siendo su alimento principal durante el primer año de vida.
¿Cuándo empezar la alimentación complementaria?
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), se recomienda iniciar la alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad, siempre que el bebé haya alcanzado ciertos signos de madurez:
- Se mantiene erguido con apoyo.
- Ha perdido el reflejo de extrusión.
- Muestra interés por la comida.
- Coordina bien manos y boca.
- Tiene mayor apetito y demanda más alimento.
Cada bebé tiene su ritmo. Observar sus señales de preparación es clave para que la introducción de alimentos sea segura y respetuosa.

¿Con qué alimentos empezar?
Según la Guía de alimentación saludable en la primera infancia de la Generalitat de Catalunya, cuando se inicia la introducción de alimentos complementarios no es necesario seguir un orden estricto, pero se recomienda iniciar con alimentos ricos en hierro y zinc, como:
- Frutas y verduras: Ofrecer una variedad de frutas y hortalizas frescas, preferiblemente de temporada. Pueden presentarse en puré, trituradas o en trozos adecuados al desarrollo del bebé.
- Cereales integrales: Introducir cereales como arroz, pasta, pan y otros, preferiblemente en su forma integral, ya que aportan más nutrientes y fibra.
- Legumbres: Las lentejas, garbanzos y alubias pueden ofrecerse bien cocidas y trituradas o en forma de puré. Son una excelente fuente de proteínas vegetales y fibra.
- Carnes magras y pescado: Introducir carnes como pollo o ternera y pescados blancos bien cocidos y desmenuzados.
- Huevos: Se pueden ofrecer bien cocidos, asegurándose de que la yema y la clara estén completamente cocidas.
- Aceite de oliva virgen extra: Utilizar como grasa principal para cocinar o aderezar los alimentos del bebé.
- Frutos secos: A partir de los 6 meses, se pueden introducir en forma de cremas o molidos, nunca enteros, debido al riesgo de atragantamiento.
Es aconsejable introducir los alimentos de uno en uno, dejando un intervalo de 2 a 3 días para observar tolerancia. En el caso de alimentos potencialmente alergénicos (huevo, pescado, frutos secos), se puede ampliar el intervalo hasta 5 días.
Texturas y consistencias
La Guía de alimentación saludable en la primera infancia de la Generalitat de Catalunya también destaca la importancia de adaptar las texturas de los alimentos a la capacidad del bebé, progresando desde purés y papillas hasta alimentos más sólidos y troceados, según su desarrollo, las habilidades de masticación y la comodidad de la familia. Todas las opciones son válidas.
Lo importante es progresar en las texturas: pasar de purés suaves a alimentos grumosos y semisólidos antes de los 9 meses. A partir del año, el bebé puede comer lo mismo que el resto de la familia, adaptando tamaño y consistencia.
Consejos prácticos para las familias
- Ritmo y cantidad de comida
- Comer a demanda: no se establecen cantidades fijas. Cada bebé come según su necesidad.
- Respetar señales de hambre y saciedad: nunca forzar a comer.
- Crear rutinas suaves: establecer momentos de comida predecibles, sin presiones.
Mantener la lactancia
Recuerda que la leche materna o de fórmula sigue siendo la principal fuente de nutrición hasta al menos los 12 meses de edad, por lo que la alimentación complementaria no debe reemplazar a la leche (tanto materna como de fórmula).
La alimentación complementaria debe introducirse de forma gradual y respetando el ritmo y apetito del bebé. La lactancia materna o artificial debe continuar a demanda, y se recomienda ofrecer la toma antes de las comidas sólidas para asegurar una transición respetuosa y nutritiva.
Evitar alimentos no recomendados
Algunos alimentos deben retrasarse por seguridad o salud:
- Frutos secos enteros y palomitas: evitar hasta los 3 años por riesgo de atragantamiento.
- Pescados con alto contenido en mercurio (pez espada, atún rojo, lucio, tiburón): no se recomiendan hasta los 10 años, según normativa.
- Miel: evitar hasta los 2 años por riesgo de botulismo.
- Azúcar: nunca antes del año. Cuanto más tarde se introduzca, mejor.
- Leche de vaca como bebida principal: no antes de los 12 meses.
Conclusión
El inicio de la alimentación complementaria es un momento especial en el desarrollo del bebé. Más allá de qué y cuánto coma, lo importante es acompañar con calma, respeto y confianza, creando experiencias positivas alrededor de la comida.
En SECUALIMENT contamos con un equipo de dietistas-nutricionistas especializadas en alimentación infantil, listas para ayudarte con asesoramiento personalizado, planificación de menús o resolución de dudas.
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