¿Acabas de emanciparte por primera vez? Si es así, seguro que una de las actividades que habrás empezado a realizar es la elaboración de tu propia comida.
Para prepararte las comidas de forma segura es importante que respetes las 4 principales normas de seguridad alimentaria durante la preparación y conservación de los alimentos, lo que te permitirá evitar, o reducir, el riesgo de sufrir alguna toxiinfección alimentaria.
PRIMERA NORMA: MANTENER UNA BUENA LIMPIEZA
La limpieza es un conjunto de procesos destinados a eliminar la suciedad de una determinada superficie, utensilio o equipo de trabajo y, por tanto, evitar las contaminaciones cruzadas de los alimentos que puedan entrar en contacto con ellos. Así, es importante que:
- Te limpies las manos con regularidad, sobre todo antes de manipular los alimentos, después de manipular alimentos crudos, de tocar otras zonas corporales, fumar, ir el baño, …
- Limpies las superficies de trabajo y los utensilios antes y después de su utilización.
- Laves las frutas y las verduras antes de su consumo, especialmente si van a consumirse en crudo.
- Evites que los animales domésticos, o insectos, entren en contacto con los alimentos.
SEGUNDA NORMA: SEPARAR LOS ALIMENTOS CRUDOS DE LOS ALIMENTOS COCINADOS O LIMPIOS.
Los alimentos crudos pueden presentar microorganismos patógenos que pueden transferirse a otros alimentos a través de las superficies de trabajo, herramientas e incluso contacto directo con otros alimentos. Por eso, es crucial:
- Evitar el contacto directo de los alimentos crudos con los alimentos cocinados, o limpios, dentro del frigorífico mediante una separación espacial o dentro de fiambreras.
- Utilizar diferentes superficies o utensilios de trabajo para manipular los alimentos crudos y cocinados. Si no es posible, limpiar dichas superficies y utensilios antes de utilizarlos para los alimentos cocinados o limpios.
TERCERA NORMA: COCINAR COMPLETAMENTE EL ALIMENTO
Durante el proceso de cocinado podemos eliminar los microorganismos patógenos presentes en los alimentos, siempre y cuando mantenemos durante 30 minutos una temperatura ≥65ºC en el centro del alimento.
Ten presente que los tiempos de cocinado varían con la temperatura así, a mayor temperatura de cocinado menor tiempo de cocción y viceversa.
También se puede comprobar que el tratamiento térmico es eficaz fijándote en los cambios físicos que presentan los alimentos al someterse al proceso de cocinado, por ejemplo:
- La tortilla está totalmente cuajada.
- La carne deja de sangrar y ha perdido el color rosado.
- Los líquidos entran en ebullición.
CUARTA NORMA: MANTENIMIENTO DE LOS ALIMENTOS A UNA TEMPERATURA SEGURA.
Los microorganismos presentes en alimentos pueden multiplicarse fácilmente en un rango de temperaturas que van desde los 5ºC hasta los 65ºC. Para retrasar o detener este crecimiento es importante conservarlos a una temperatura de refrigeración adecuada hasta su consumo o uso. Por eso:
- Tienes que mantener la temperatura del frigorífico entre los 0-4ºC y del congelador a -18ºC.
- Debes de realizar el proceso de descongelación dentro del frigorífico o en el microondas.
- Usa bolsas isotérmicas para llevar los alimentos refrigerados desde el supermercado hasta casa sin romper la cadena de frío. Una vez en casa, almacénalos en el frigorífico lo antes posible.
- Refrigera los alimentos cocinados y no consumidos, en un tiempo inferior a las 2 horas desde su cocinado.
COMENTARIOS
Deja un comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *